Bauhaus - Shadow Of Light (Video)
Es común escuchar que el arte y la música se encuentran dentro de una misma dimensión. Todo cantante es etiquetado por la crítica como un artista; pero la realidad es muy distinta. En pocas bandas se ha visto caer la balanza de lo que es el sonido y lo que es hacer arte con él.
En nuestro tiempo los estándares artísticos no son tan rígidos como antaño, el clasicismo es la palabra vomitada por los críticos más conservadores del sonido, aquellos que creen que el mundo y sus expresiones deben de ser calcas de las obras clásicas, las cuáles fueron extraordinarias, pero que ahora nos resultan fuera de lugar, fuera de contexto y, superficialmente, podrían parecernos arrugas a lo largo del contorno de nuestros días que no es más que la periferia de las concepciones más materialistas y menos comprensivas para con ellos.
El Punk, como estilo artístico contemporáneo, es un género netamente materialista, su raíz está en las relaciones más próximas a la existencia de esto que se ha llamado sociedad, el uso de la economía y su efecto sobre los estratos sociales, la represión policiaca, las decisiones gubernamentales y el uso de drogas son sus expresiones más comunes. Se encuentra completamente justificado que así sea, se tiene que caer de los cielos de lo abstracto para poder hablar de aquello que sufrimos en carne propia. El Punk es directo y visceral por su intención de ser disímil con el día a día de los seres humanos, es un género realista, o, al menos, que busca ser realista. Y en ello recae su grandeza; pero también su pequeñez, la cual es el límite que imponen nuestros sentidos para percibir la realidad. De ahí que sea repetitivo en su sonido y sus temáticas, en sus estrofas y en sus ideas.
La demarcación establecida por este género es clara y concisa; realizar una crítica de la condición de existencia material de los distintos estratos sociales, tomando como punto de arranque las decisiones tomadas en las esferas gubernamentales promotoras de la pobreza y sus efectos en el ser humano y la naturaleza.
Con el Punk se funda la primera escuela artística posmoderna encargada de realizar una crítica sistemática de la sociedad que tomaría al sonido como su principal medio de difusión de su mensaje.
Como antes he mencionado, considero –pues esta es la manera en que he entendido al género después de años de experimentar con él- el Punk es un género autolimitado. Él deja poco lugar a la imaginación, cuando ella se usa será con el fin de generar utopías sociales de una sociedad igualitaria regida por distintos sistemas políticos, sean estos anarquistas, socialistas y comunistas y, todos ellos, como bien sabe toda persona letrada en torno a los movimientos subversivos del siglo pasado, no son obra original del género que trato; sino de los sueños de Marx, Engels, Proudon, Lasalle, Bakunin…por mencionar algunos de estos extraordinarios ideólogos de la revolución social, la cual, ojalá y llegué algún día.
Al encontrarse tan limitado el matiz imaginario a las condiciones sociales de existencia que pueden percibir nuestros sentidos, esta expresión artística experimentaría su derrotero. A su vez, es difícil enfrentarse al mundo de manera realista sin caer en sus vicios estimulados por la frustración encontrada en la imposibilidad de cambiar la existencia humana fácilmente dada su inmensidad. Muchos Punks dejaron de ser revolucionarios y comenzaron a ejercer una autodestrucción acelerada y total, el vicio se apoderó del movimiento y con la heroína –droga de moda en los 70s- se autodestruyó, justificando la debilidad mental de sus agremiados en un nihilismo soez.
En la actualidad, de él solo quedan pedazos regados; aquellos que siguieron el ideal revolucionario, los más optimistas, se aliaron al activismo político, principalmente sindicalista, otros más –los peores- se han encargado de prostituir el sonido alejado de las ideas, alegando que los estilos cambian y evolucionan y dejando a un lado, por medio de ese argumento facilista, la importancia de la subversión para con la condición humana, y más aún, para una juventud sin direcciones. Green Day, Blink 182 y otras bandas por el estilo solo mantienen la forma y, así, son forma sin contenido como lo es todo producto nacido para el capitalismo, es decir: su objetivo es cubrir una necesidad de consumo para las masas. Esas bandas desmiembran lo humano del arte Punk y dejan solo el esqueleto, explotan su cascarón y viven gracias a que el sistema capitalista permanece como hegemónico actual, pues sin él serían tratadas en su justa dimensión: como desperdicio y productos chatarra.
No entiendo la evolución como un producto desechable. Tampoco creo que la evolución sea contraria a la complejización del elemento que evoluciona. Bajo ese entendimiento, el punk evolucionó hacia un estilo artístico que rompió los muros materialistas que sus agremiados más ortodoxos impusieron a la imaginación. Era necesario explotar aquello que durante años no había sido tratado en la experimentación del sonido y las letras; temáticas cercanas a lo fantástico, al cine de horror, a los personajes turbios y hacer de la música un esquema que tratase los estados psicológicos de sus exponentes. Las obras de literatura de Dostoievski, obras netamente psicológicas que exploran la irracionalidad humana, fueron muy usadas en los estilos que del Punk desembocaron. En ellos se justificó el uso de la imaginación y la experimentación en el sonido, lo cual complejizó a éste nutriéndolo de aquello que el Punk negó; por ejemplo, la arquitectura, la pintura, el surrealismo, el hiperrealismo, la literatura fantástica, el teatro y la obscuridad, esta última como catalizador de los emergentes géneros clasificados dentro del Rock Gótico.
El Rock Gótico era un estilo que implicaba religiosidad.
Cientos de intelectuales del siglo XIX habían atacado al capitalismo alegando que el impacto que sobre las conciencias tenía era la eliminación de lo mágico-religioso de la condición humana. El capitalismo, al ser un sistema ideológico cien porciento materialista, tenía que hacer uso de la economía como su ciencia inminente y materializar absolutamente todos los medios de interacción humanos para establecer el consumo materialista como medio paradigmático universal del nuevo ser humano; el ser capitalista. La clase social líder de este sistema -como bien sabemos- es la burguesía, la cual evolucionó de los ladrones, asaltantes de caminos e individuos dedicados al comercio durante la etapa de acumulación del capital, periodo histórico plenamente documentado en miles de obras de las ciencias sociales.
De ello que el Rock Gótico fungiera como uno de tantos aparatos ideológicos de arte subterraneo que intentaba resarcir al hombre espiritual que había cercenado el sistema capitalista. Recordemos que lo Gótico –durante la Edad Media- fue un estilo artístico asociado con la religiosidad y su tan característico fatalismo, y estas dos posturas (lo religioso, lo fatal) serían el rio que nutriera a sus allegados, a sus partícipes, a los que –idiotamente- se clasificaron como góticos.
Bajo esta lógica se observa la línea de continuidad del Rock Gótico con respecto a su antecesor, el Punk. Ambos, desde distintas posturas, son un intento de reivindicación de lo humano; el Punk, como el ideal de cambio partiendo de la exploración del ser material para la insubordinación hacia un sistema político y económico; el Gótico, como la exploración de la espiritualidad y con ello reconocer el carácter que todo individuo posee pero que ha sido negado por el sistema para alentar el consumo sin bases, sin argumentos y sin espíritu.
El Rock Gótico reclama al “ser” más allá de su materialidad para llevarlo al matiz de lo etéreo, de ahí su sonido de carácter ambiental, y Bauhaus, como el principal exponente de su época, retrata al hombre psicológico irracionalista que se explora, conoce, reprocha y a sí mismo conmemora el encuentro metafísico con sus más íntimos legados históricos e imaginarios. De ahí que el miedo, el odio, las imágenes ilusorias de romances fallidos, el afán de autoequilibrio nunca alcanzado en el panorama expositivo teatral, el cinematográfico y el literario, gustos y emociones que exigen mayor refinamiento y complejidad, sean sus temáticas abordadas.
En este grupo, Bauhaus, se observa como intervienen distintos elementos característicos de lo artístico; partiendo de su nombre (refiere a una escuela y doctrina arquitectónica minimalista) hasta sus puestas en escena, se manifiesta un afán creativo de carácter teatral (lo comúnmente llamado Performance), otro literario, así como influencias cinematográficas del expresionismo alemán. Bauhaus genera una propuesta que rechaza el afán mercantil, pareciera ser que su expresión es indiferente hacia el ejercicio del consumo rapaz de este capitalismo salvaje.
La historia de Bauhaus no es muy distinta a lo que ocurrió con su antecesor, el Punk. Y la historia del movimiento que alguna vez lideraron ha terminado desde los años 80s. Peleas, búsqueda de fama individual, megalomanía y separación. Al fin de cuentas Bauhaus fue el concepto, pero se encontraba hecho por hombres y ellos, los hombres, son más complejos que toda propuesta filosófica, aun cuando ésta abogue por el encuentro espiritual. Bauhaus fue una mística maravillosa, inigualable y fugaz.
Ahora que podemos verlos una ocasión más juntos, ahora que podemos escuchar su último disco (Go Away White) sabemos que la fuerza de su juventud murió con ella, que no son más que sombra de sus grandes temas y que en nuestros azarosos encuentros metafísicos encontraremos una justificación para rastrear la valía de nuestra fatal existencia. Aquella que no regresa y que en muchos nunca fue al encontrarse perdidos en las edades de las ciudades de hierro. De un hierro tan frío como sus propios corazones.
El Rock Gótico ha muerto. Las imitaciones vagan por las calles con maquillaje en sus rostros, y con aterciopelado vestuario guardan ignorante luto como figuras de su culpable incapacidad para pensar por ellos mismos. Dada su limitado poder intelectual, han optado por alinearse a un gremio que nada bueno hace por la existencia humana, e idénticos a seres alienados han hecho del consumo de una moda su justificación para creerse diferentes. Hablo de toda la seudocultura obscura (lo que en lengua vulgar se le llama: Dark).
Shadow Of Light es uno de los pocos documentos oficiales que Bauhaus dejó para dar cuenta de su corta existencia. La apertura de él se realiza con el que quizás sea el tema que trasciende a todo el Rock Gótico, Bela Lugosi’s Dead, el cual es ejecutado en un concierto que data de una noche en un teatro de Londres del año 1982. Lo que aparece a continuación son 8 componentes vitales de su discografía, los cuales son mencionados en la lista. El video tiene una calidad de imagen excelente y el sonido lo he reformateado para que pueda ser apreciado a plenitud en 5.1 canales, o bien en el estándar sonido estéreo.
Formato: MPG-4
Calidad: HD
Sonido: 5.1
Reproductor recomendado: VLC Media Player
Bela Lugosi`s Dead
Telegram Sam
Rosegarden Funeral Of Sores
Mask
Spirit
In The Flat Field
Ziggy Stardust
Hollow Hills
She’s In Parties
DESCARGA:
Bauhaus - Shadow Of Light (Video)
Reviewed by Anónimo
on
9:50:00 a.m.
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